El evento amalgamo a un público variado, el único elemento heterogéneo en el aire, era el café.
Aproximadamente a las 8:30 de la noche, los cuatro tacubos, salieron al escenario, agradeciendo la presencia de los invitados, fue ese momento donde empezó el recuento de imágenes y sonidos del pasado.
¿Quién no tiene un buen beso con “eres”?, ¿una buena peda con “ingrata”? o ¿quien no quiso tener una “chica banda” de morra? O bailado con persianas, de los asistentes, puedo apostar que TODOS.
Al tocarse cada acorde, cada nota, cada canción, las remembranzas se hacían presentes, y eso, al ser multiplicado por cada uno de los que bailábamos, coreábamos, cantábamos y recordábamos un pequeño fragmento de nuestra vida, daba como resultado algo, que si se pudiera medir, palpar o cuantificar, sería más impresionante que cualquier cosa que ser vivo haya presenciado en su existir.
El sábado vimos consumados a cuatro personas, que han puesto ritmo e identidad, a por lo menos un foro sol lleno de chilangos. Músicos que nos enseñaron que las raíces, lo urbano, lo citadino y el Distrito Federal con zona conurbada (Cd satélite) jajajaja, son elementos que llevamos tatuados a cualquier parte que vayamos, los cuales, nunca se deben de olvidar.
Durante tres horas y media, Los “Beatles Mexicanos”, cual colegialas, adolecentes, a punto de su primera experiencia, nos hicieron suyos, nos emocionaron y nos manejaron a placer, pero sobre todo, me hicieron pensar, que sí durante ese tiempo solo puedes bailar, cantar y tener buenos recuerdos de 20 años de vida, definitivamente, no me la he pasado tan mal.
No necesitabas ser un fan aguerrido o promedio, e incluso de los buenos villamelones que nunca dejan de asistir, fueras quien fueras, el chiste del sábado radicó en pasarla bien, recordar buenos momentos e incluir y agregar uno más a tu lista, en el cual, 55 mil chilangos siguieron las instrucciones de Rubén, quien nos dijo “el mejor acto revolucionario- pacifista es echar desmadre”
Puedes ser fan de muchas bandas, los cuales también tienen un lugar en tu corazón, y las cuales seguramente le han puesto alguna rola a tu vivir, sin embargo, a cuál de sus integrantes de esas bandas te has topado en el metro Chapultepec, en el micro que se va todo peri, o como es mi caso, en el Cinemex del WTC, lo ves, directa o indirectamente puedes sentirte parte de 20 años de buena música.
Existen muchas definiciones para lo del sábado, pero creo que encasillar el festejo, es un mal cliché que no debo de utilizar, simplemente siento que los que asistimos vimos a cuatro músicos reales, a los cuales solo les podemos dar las gracias porque directa o indirectamente, nuestras vidas son parte de sus canciones o sus canciones son parte de nuestras vidas.
Y me he metido cuarenta Nenbutales ya, y solo tengo este pinche viaje.
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